lunes, 13 de febrero de 2017

SU PRIMER MOVIL.

Hoy en día no es raro ver a niños de 10 u 11 años con su propio smartphone pero, ¿es esa la edad ideal para que tengan un móvil?...
La madurez y responsabilidad de nuestro hijo va más allá de su edad. Puede haber un menor que sea más pequeño pero que actúe de manera bastante sensata, mientras que otro más mayor quizás no tenga el mismo cuidado.

¿QUE DICEN LOS EXPERTOS?
Jordi Jubany, Este maestro, antropólogo y experto en tecnología y familia destaca que efectivamente «No hay una edad ideal para empezar a utilizar un móvil sino más bien un contexto adecuado. Se debe encontrar el equilibrio entre la madurez personal y el entorno escolar y familiar».
Esther Arén, Inspectora Jefe en la Unidad de Participación Ciudadana de Policía Nacional, utiliza una metáfora bastante ilustrativa para la reflexión «Darle un smartphone a un niño de 10 años es como darle un coche a 200km/h».
Emilio Calatayud, Juez de Menores de Granada pone un punto de humor «La Policía aconseja que los niños no tengan móvil hasta los 14 años, ¿qué tal hasta que puedan pagárselo?» para sumar a la reflexión el hecho de que en su opinión «los móviles pueden ser una droga y […] un arma para cometer un montón de delitos».
Pediatras de la Asociación Americana de Pediatría indican que no hay una edad ideal para darles un móvil a los menores, y ponen el acento en la responsabilidad de los padres a la hora de estudiar su caso particular. Asimismo, destacan la importante función social de la telefonía móvil entre los adolescentes.

LA REALIDAD ES LA QUE ES
Hoy en día vivimos rodeados de tecnología, y nuestros hijos no son una excepción. 
Podemos ver que uno de cada cuatro niños y niñas de 10 años ya dispone de un teléfono móvil. Con 11 años son más de la mitad, y la cifra sigue subiendo de modo que con 14 años el 90% dispone de su propio móvil.
Esto no significa que debamos “seguir la corriente” sin más, sino más bien nos orienta sobre las tendencias que se están dando en nuestra sociedad y nos puede ayudar a reflexionar al respecto.

¿Y QUE PASA CON INTERNET?
Ya todos los teléfonos móviles pertenecen a la categoría de inteligentes o smartphones y se utilizan para casi todo, jugar, ver vídeos, comunicarse con redes sociales y mensajería instantánea, etc., gracias a su conexión permanente a Internet.
Esto significa que al poner en las manos de un menor un teléfono móvil, le estamos dando una puerta abierta a todas las posibilidades de Internet, tanto las positivas como negativas. 

¿QUE PODEMOS HACER NOSOTROS?
Ser conscientes...
Debemos ser conscientes de que llegadas ciertas edades la petición de un móvil es algo que va a estar ahí, es una realidad y no podemos mirar para otro lado, ni actuar impulsivamente sin pensar en las posibles implicaciones para nuestro hijo.
Ante la petición, conviene tomarse un tiempo para analizarla y elaborar una respuesta adecuada que pueda ser comprensible y razonada ,aunque no tenga porqué ser compartida por el menor.
Ser consecuentes...
Cuando hayamos tomado una decisión, debemos actuar coordinadamente en el seno de la familia. Es recomendable que toda la familia, padres, abuelos, tíos, etc. respeten esta decisión y actúen en consecuencia para evitar mensajes contradictorios y “sorpresas” en forma de regalos no previstos.
Del mismo modo, debemos ser consecuentes, es decir no ir cambiando la respuesta por que sí, o simplemente por la insistencia del menor. Esto no significa que nos debamos volver inflexibles, si cambian las necesidades o el grado de madurez y responsabilidad del menor podemos reconsiderar nuestra postura.
Y cuando llegue el momento...
Lógicamente el momento llegará y entonces no basta con poner a su disposición el teléfono, tendremos que continuar con nuestra labor de educación y acompañamiento diaria, sólo que incluyendo también el nuevo dispositivo, sus usos y repercusiones en el día a día de nuestro hijo.

NORMAS DE USO
Una buena idea puede ser acompañar la entrega del nuevo dispositivo con una conversación cercana, en confianza al respecto de todo lo que supone, la responsabilidad en el uso, los contenidos que se deben creer, la precaución ante mensajes potencialmente peligrosos, el control de la lista de amigos, el cuidado de su privacidad, el respeto a los demás, etc. llegando a un consenso en cuanto a las normas de uso del teléfono.

CONFIGURACION, PROTECCION Y SUPERVISION
No podemos olvidar la importancia de configurar adecuadamente las opciones de seguridad y privacidad del teléfono.
Además, podemos activar las restricciones y opciones de control parental del propio sistema operativo del teléfono.

PREPARARNOS PARA LOS PROBLEMAS
Aún con todo el cuidado que hayamos puesto y con toda la precaución de nuestros hijos, es normal que podamos verlos meterse en algún lío por Internet. Por eso debemos estar preparados para afrontar los problemas online de nuestros hijos, siendo conscientes de la importancia de tener una reacción adecuada, sin exagerar, mostrar confianza y una actitud constructiva que les de seguridad y nos ayude a resolver la situación.

En conclusión, los móviles no son juguetes, son unas herramientas estupendas para aprovechar las ventajas de Internet, pero sin la formación adecuada o sin el grado de madurez y responsabilidad suficiente pueden tener consecuencias negativas para nuestros hijos. Por eso, la decisión de darles o no un móvil no depende sólo de su edad, sino también de su comportamiento y actitudes, y de nuestra implicación para acompañarles en el proceso.