domingo, 28 de enero de 2018

ES NECESARIO EL CONTROL PARENTAL?

Cada vez es más importante controlar el uso que hacen del PC y la conexión a Internet los niños y adolescentes de la casa. Para muchos padres es solo una cuestión de «bloquear» el acceso a estas herramientas, aunque lo más adecuado pasa por educar y, en última instancia, apoyarse en "aplicaciones de control parental" que nos ayuden a evitar sorpresas.
No solo se trata de impedir el acceso a contenidos subidos de tono, sino también de controlar qué hacen en las redes sociales, si son víctimas de ataques de compañeros o de personajes con oscuras intenciones, o si, simplemente, pasan demasiado tiempo delante del ordenador en lugar de estudiar o salir a jugar. 

CONTENIDOS BAJO CONTROL 
La función más básica de un control parental debe ser filtrar los contenidos a los que puede acceder el menor vía el navegador web. Los más básicos utilizan simplemente listas blancas y negras de URLs, que deberemos completar y que, en general, resultan muy poco prácticas.
Una variante es la que permite filtrar por palabras clave (keywords). El problema fundamental es que es preciso cargar las palabras en diferentes idiomas y teniendo muy claro lo que queremos bloquear. 
El siguiente paso pasa por utilizar un sistema de categorías, que permiten seleccionar la temática de las webs que permitiremos visitar en base a una lista de categorías que tiene la aplicación.

LAS COMUNICACIONES E INTERNET
Otra área cada vez más importante es la que atañe a las "redes sociales", el chat, el correo y otros recursos que los menores tienen a su alcance para comunicarse a través de Internet. 
Muchos controles parentales permiten desde bloquear el acceso a sesiones de chat, correo, Facebook, Twitter y otros métodos de comunicación, hasta registrar toda la actividad en dichas redes o herramientas para entregársela a los padres de manera periódica. Los más avanzados permiten, incluso, registrar amigos, fotografías y datos en torno a los círculos en los que se mueve el menor on-line. 

EL CONTROL DEL SOFTWARE 
La mayoría de permiten también controlar los juegos que se ejecutan en el ordenador mediante un sistema de clasificación por edades. En Europa el estándar es PEGI (Pan European Game Information), que clasifica los juegos utilizando una serie de rangos de edad (entre 3 y 18 años). El problema es que la participación en esta clasificación es opcional y nos encontraremos muchos juegos sin clasificar. 
Igualmente, es habitual que los programas de control parental controlen la ejecución de cualquier aplicación de la máquina. Así, podemos impedir que el menor ejecute videollamadas, un programa que los padres tengan en el equipo para trabajar...

A FAVOR DEL USO RESPONSABLE 
Muchas aplicaciones de control parental incluyen un apartado que nos permite controlar el tiempo que un determinado usuario tiene abierto el PC al día o la semana, e, incluso, los intervalos horarios en los que puede utilizarlo. De esta manera, es muy sencillo asegurarse de que no se pasa demasiado tiempo delante del ordenador.

LOCAL Y TAMBIEN EN LA NUBE 
Es importante conocer que hay dos tipos de software de control parental: local y en la Nube. En el primer caso se trata de una aplicación instalada y gestionada desde el disco del PC. La otra opción es que esté basado en la Nube, de manera que localmente solo cargue un servicio, y que todos los ajustes, informes y control, se realicen desde la web del desarrollador y empleando cualquier equipo con conexión a Internet. Este último formato es el más habitual en los productos de última generación, y también el más práctico a la hora de gestionar el control, incluso, si estamos fuera de casa o en el trabajo.
En todos los casos el software de control parental ajusta los límites mediante cuentas de usuario. Además, es recomendable dar a cada menor una cuenta de usuario propia, pues, así, podemos ajustar cada una de manera personalizada según sus hábitos o edad.

LO MAS IMPORTANTE ES EDUCAR 
Con niños muy pequeños quizá baste instalar el control parental y limitar su acceso a todo lo que consideremos oportuno sin darle más vueltas. Sin embargo, en la época de la adolescencia puede ser un punto de fricción importante, sobre todo si otros amigos no tienen limitaciones en sus casas. Por ello, es muy recomendable optar por una estrategia de supervisión más que de bloqueo, y siempre educar al menor en el uso del PC e Internet, haciéndole ver los riesgos y peligros, e instándole a conocer que el software de control parental está instalado y que es por su propia seguridad.
Si detectamos cualquier actividad que reprender, solo tendremos una oportunidad para descubrirnos y mermaremos la confianza del menor en nosotros, pues se sentirá espiado y controlado en la sombra. A partir de ahí, será mucho más difícil razonar con él y hacerle ver las razones que nos llevaron a implantar el sistema de monitorización.