lunes, 4 de febrero de 2019

MACROCELEBRACIONES INFANTILES

Muchos padres al querer celebrar a gran escala un evento, ya sea cumpleaños, comuniones o cualquier otro evento de los hijos, pueden sentirse agobiados, estresados e incluso con ansiedad ante tantos compromisos y gastos económicos.
Pero el estrés no solo aparece cuando los padres celebran los eventos de sus hijos, también puede aparecer cuando los hijos son invitados a eventos, como cumpleaños, comunión, fiestas de graduación de centros infantiles por todo lo alto… Y además de la fiesta, también hay que pensar en los regalos que hay que llevar en cada evento, por supuesto.

CELEBRACIONES QUE SE VAN DE LAS MANOS
Hasta no hace mucho tiempo las celebraciones consistían en juntar a la familia, a los amigos, en casa. Hoy en día, parece que las fiestas infantiles tienen que tener payasos y hinchables, las comuniones se celebran como bodas, los cumpleaños pueden ser viajes a centros de ocio, ir a la nieve porque los niños han aprobado el primer trimestre, regalos por portarse bien…
Celebrar cumpleaños y momentos puntuales está bien, pero celebrar absolutamente todo, puede que no sea lo más correcto para nuestros hijos ni para nuestro bolsillo.

SE PIERDE EL VALOR DE LO QUE REALMENTE IMPORTA
Cuando se celebran tantas cosas, los niños pueden perder el valor de las cosas. No sabrán dar valor a lo que realmente es importante y la satisfacción por las celebraciones puede incluso perderse. Es importante que los padres entiendan que las celebraciones sirven para dar importancia a un evento en concreto, no a todo absolutamente.

LOS NIÑOS SE VUELVEN EGOCENTRICOS Y MATERIALISTAS
Parece que la fiesta con más cosas y más regalos es mejor. Se pierde el valor humano de las cosas y lo que realmente importa en la celebración: el vínculo emocional. Además, los niños piensan que son el centro de todo sin importar lo que hay a su alrededor.

EL VALOR DE LA RECOMPENSA
Además, los niños acaban pensando que son merecedores de todo de forma inmediata y sin necesidad de merecerlo en muchas ocasiones. Esto hará que dejen de ser responsables de sus acciones e incluso de su vida, pudiendo llevarles por un camino de caos.

UN CONCEPTO ERRONEO DE FELICIDAD
Los niños necesitan herramientas para que se construyan como personas exitosas y con las hipercelebraciones piensan que cuánto más y más tienen, más felices son. Y la realidad que la felicidad se basa en el disfrute del aquí y ahora, en disfrutar de lo que se tiene sin importar cuánto hay. La unión con las personas queridas es más importante que cualquier cosa material.

En conclusión, lo ideal sería celebrar las cosas a la escala adecuada a la importancia y escepcionalidad del evento. La vida es mucho más que celebraciones y regalos, y esos valores lo deben aprender los niños para que en el futuro no se decepcionen y frustren por no conseguir lo que desean.